(John Anthony Quayle; Ainsdale, Sefton, 1913 - Londres, 1989) Actor británico. Estudió en la Royal Academy of Dramatic Arts de Londres, la prestigiosa RADA. Su precocidad y sus facultades para la interpretación le convirtieron en uno de los alumnos aventajados del fundador y profesor Sir Herbert Beerbohm Tree. Debutó en el teatro con apenas dieciocho años y en 1932 se unió al Old Vic Theatre, especializado en repertorio shakesperiano.
En 1934 se casó con su primera esposa, la actriz Hermione Hannen. Debutó en Broadway en 1936 y durante años su carrera se desarrolló a ambos lados del Atlántico. Entre sus mayores éxitos en los escenarios americanos destacaron Galileo de Bertolt Brecht y La huella de Anthony Shaffer. Su primera aparición en el cine fue en un pequeño papel no acreditado en Pigmalión (1938), de Anthony Asquith y Leslie Howard.
Anthony Quayle en Los cañones de Navarone (1961)
La Segunda Guerra Mundial interrumpió su carrera como actor. Durante su servicio de seis años en la Royal Artillery escribió dos novelas de tema bélico, Eight hous from England y On such a night. Finalizada la guerra y después de licenciarse con el rango de mayor, comenzó de nuevo a interpretar y dirigir sobre los escenarios. En 1947 contrajo matrimonio con su segunda esposa, la actriz Dorothy Hyson. Entre 1948 y 1956 dirigió la Shakespeare Memorial Theatre Company en Stratford-Upon-Avon.
Su primer papel importante en la pantalla grande fue el Marcellus del Hamlet (1948), dirigido por Laurence Olivier. Su apretada agenda teatral redujo sus apariciones en el cine a papeles generalmente secundarios, destacando su presencia en películas de acción que explotan su físico fuerte y autoritario. Entre estas destacan Los cañones de Navarone (1961), de J. Lee Thompson, y, sobre todo, Lawrence de Arabia (1962), de David Lean, en la que interpretó uno de sus grandes papeles en el cine, el del coronel Harry Brighton.
Fue nominado al Oscar de la Academia por su interpretación del cardenal Wolsey en la adaptación de la obra de Maxwell Anderson Ana de los mil días (1969), dirigida por Charles Jarrott, en la que Richard Burton y Genevieve Bujold interpretaron a Enrique VIII de Inglaterra y Ana Bolena.
Entre las apariciones más destacadas de Quayle en televisión se encuentró la miniserie QB VII basada en el popular best-seller de Leon Uris. Fue nombrado caballero del Imperio Británico en 1985. En los últimos años de su carrera se retiró casi por completo del cine para dedicarse al teatro y a la redacción de su autobiografía, A time to speak, publicada de forma póstuma tras su muerte en 1989 víctima del cáncer.
sábado, 22 de mayo de 2010
Biografia de Jean Louis de Quatrefages
(Jean Louis Armand de Quatrefages de Breau; Vallerauges, 1810 - París, 1892) Médico y antropólogo francés que realizó una clasificación de los fósiles humanos y elaboró una teoría antievolucionista. Hijo del matrimonio formado por Jean-François de Quatrefages y Marguerite-Henriette-Camille de Cabanes, Quatrefages de Breau estudió desde 1822 a 1826 en el Colegio Real de Tournon, destacándose en matemáticas y ciencias exactas.
Si bien estudió medicina en la universidad de Estrasburgo, presentó allí en 1829 y 1830 dos tesis de doctorado en ciencias, una de las cuales trataba del movimiento de los aerolitos en el espacio, que se creían impulsados por volcanes lunares. Asistió además, en ese último año, en la Facultad de Medicina, a cursos de química y física. En dicha facultad leyó dos años después su tesis de doctor en medicina sobre la extroversión de la vejiga.
En 1833 se estableció como médico en Toulouse y tres años más tarde fundó el Journal de médicine et de chirugie de Toulouse. En este diario científico publicó numerosos trabajos de zoología, y aunque ostentó el cargo provisional para esta disciplina en la Facultad de Ciencias de esa ciudad, decidió en 1840 irse a París. En la capital de Francia, sus inclinaciones por las ciencias naturales -especialmente la zoología y la paleontología-, se evidenciaron en dos tesis más con que revalidó su doctorado en esas ciencias, y que trataban sobre la dentición de los roedores y sobre fósiles de estos animales.
A partir de entonces su actividad científica en ese campo fue frenética, publicando en veinte años casi un centenar de trabajos, que combinó con viajes científicos por Francia y Sicilia, acompañado de otros dos célebres naturalistas: Milne-Edwards y Émile Blanchard. El resultado de ello fueron los dos volúmenes de Sourvenirs d'un naturaliste, publicados en 1854. Por esos años atendió la cátedra de historia natural en el Liceo Enrique IV en París, fue miembro de la sección de anatomía y zoología de la Academia de Ciencias y se ocupó de la sección dedicada a la historia natural del hombre en el Museo de Historia Natural (1855).
Entre los animales invertebrados que estudió Quatrefages estaban los anélidos -sobre los que publicó en 1865 su Histoire naturelle des annelés marins et d'eau douce-, los moluscos, en especial los gasterópodos, pero también otros que tenían que ver con enfermedades que atacaban a los insectos. Algunos de sus trabajos fueron pioneros, como los que se refieren al anfioxo, animal sobre el que el naturalista francés realizó análisis histológicos comparativos. Asimismo, destacó la importancia de los estudios embriológicos para emprender la clasificación de los organismos.
Como Milne Edwards, creyó que los organismos habían sufrido una degradación o degeneración (siguiendo en cierta medida las opiniones primeras de Lamarck) en cuanto a su complejidad estructural, que vio como resultado de la disminución de la actividad fisiológica y de la consiguiente división del trabajo de dichas estructuras. Así, por ejemplo, en los moluscos había desaparecido el sistema circulatorio, sustituido por la función del sistema digestivo encargado de hacer circular sustancias nutritivas en lugar de la sangre. La teoría de Quatrefages, denominada flebenterismo, fue muy controvertida en su tiempo, pero poco a poco quedó abandonada.
Quatrefages vulgarizó el nombre de antropología a partir de 1855. Cuando Broca fundó la Sociedad de Antropología de París cuatro años después, esta ciencia comenzó un asombroso despliegue, al que pronto de adhirió Quatrefages, conjuntamente con otro miembro de dicha Sociedad y discípulo suyo en el Museo, E. T. Hamy. El primero definió la antropología como la historia natural del hombre, bajo el punto de vista morfológico, como la entendería un zoólogo que estudiase un animal. En 1867 escribió para la Exposición de París Rapport sur les progrès de l'anthropologie, y en 1882, en colaboración con Hamy, Crania ethnica. Los cinco primeros volúmenes de esta obra, además del tratado de las razas humanas fósiles, se refieren en lo fundamental al estudio de los melanesios y de los negros; mientras que el sexto, debido casi exclusivamente a Hamy, a los tasmanios y papúes.
Defendió la unidad de la especie humana, es decir, el monogenismo, en oposición a otros antropólogos franceses poligenistas, como Broca o Topinard. La antropología debía tener en cuenta para Quatrefages no sólo el estudio de las razas humanas vivientes sino también las fósiles. Este interés se despertó en gran medida tras los descubrimientos de Bouches de Perthes de restos óseos y hachas de pedernal en 1863, y de otros restos de homínidos e instrumentos hallados un año más tarde en Madelaine, Francia, así como los del Cromagnon encontrados en la villa de Les Eyzies en ese mismo país. Quatrefages intentó conformar una adecuada clasificación para las ramas fósiles humanas, y creyó que al menos el hombre existía ya en el Terciario, como afirmó en el V Congreso Internacional de Antropología y Arqueología Prehistórica realizado en Bologna en 1871.
Es muy posible que el monogenismo de Quatrefages fuese en el fondo religioso, pues siempre defendió la idea de un reino hominal o reino humano aparte del reino animal, en su obra L'unité de l'espèce humaine, publicada en 1861. Este reino aparte tuvo al principio tantos seguidores como detractores, pero con el tiempo fue desechado prácticamente por la mayoría de los antropólogos. También asumió una posición antievolucionista, publicando varias obras críticas sobre Darwin: Darwin et sus précurseurs français (1870) y Les émules de Darwin (1894).
Esto no obsta para que Darwin fuera citado como autoridad científica en las obras del antropólogo francés, como cuando lo menciona, por ejemplo, en relación con las acciones de los colonos llevadas a cabo contra los indígenas en América. Y por su parte Darwin también lo citó en su Origen de las especies al tratar sobre la hibridez de las polillas. Le elogió como naturalista y sostuvo alguna correspondencia con él, si bien no tenían las mismas ideas sobre el origen de las especies.
Si bien estudió medicina en la universidad de Estrasburgo, presentó allí en 1829 y 1830 dos tesis de doctorado en ciencias, una de las cuales trataba del movimiento de los aerolitos en el espacio, que se creían impulsados por volcanes lunares. Asistió además, en ese último año, en la Facultad de Medicina, a cursos de química y física. En dicha facultad leyó dos años después su tesis de doctor en medicina sobre la extroversión de la vejiga.
En 1833 se estableció como médico en Toulouse y tres años más tarde fundó el Journal de médicine et de chirugie de Toulouse. En este diario científico publicó numerosos trabajos de zoología, y aunque ostentó el cargo provisional para esta disciplina en la Facultad de Ciencias de esa ciudad, decidió en 1840 irse a París. En la capital de Francia, sus inclinaciones por las ciencias naturales -especialmente la zoología y la paleontología-, se evidenciaron en dos tesis más con que revalidó su doctorado en esas ciencias, y que trataban sobre la dentición de los roedores y sobre fósiles de estos animales.
A partir de entonces su actividad científica en ese campo fue frenética, publicando en veinte años casi un centenar de trabajos, que combinó con viajes científicos por Francia y Sicilia, acompañado de otros dos célebres naturalistas: Milne-Edwards y Émile Blanchard. El resultado de ello fueron los dos volúmenes de Sourvenirs d'un naturaliste, publicados en 1854. Por esos años atendió la cátedra de historia natural en el Liceo Enrique IV en París, fue miembro de la sección de anatomía y zoología de la Academia de Ciencias y se ocupó de la sección dedicada a la historia natural del hombre en el Museo de Historia Natural (1855).
Entre los animales invertebrados que estudió Quatrefages estaban los anélidos -sobre los que publicó en 1865 su Histoire naturelle des annelés marins et d'eau douce-, los moluscos, en especial los gasterópodos, pero también otros que tenían que ver con enfermedades que atacaban a los insectos. Algunos de sus trabajos fueron pioneros, como los que se refieren al anfioxo, animal sobre el que el naturalista francés realizó análisis histológicos comparativos. Asimismo, destacó la importancia de los estudios embriológicos para emprender la clasificación de los organismos.
Como Milne Edwards, creyó que los organismos habían sufrido una degradación o degeneración (siguiendo en cierta medida las opiniones primeras de Lamarck) en cuanto a su complejidad estructural, que vio como resultado de la disminución de la actividad fisiológica y de la consiguiente división del trabajo de dichas estructuras. Así, por ejemplo, en los moluscos había desaparecido el sistema circulatorio, sustituido por la función del sistema digestivo encargado de hacer circular sustancias nutritivas en lugar de la sangre. La teoría de Quatrefages, denominada flebenterismo, fue muy controvertida en su tiempo, pero poco a poco quedó abandonada.
Quatrefages vulgarizó el nombre de antropología a partir de 1855. Cuando Broca fundó la Sociedad de Antropología de París cuatro años después, esta ciencia comenzó un asombroso despliegue, al que pronto de adhirió Quatrefages, conjuntamente con otro miembro de dicha Sociedad y discípulo suyo en el Museo, E. T. Hamy. El primero definió la antropología como la historia natural del hombre, bajo el punto de vista morfológico, como la entendería un zoólogo que estudiase un animal. En 1867 escribió para la Exposición de París Rapport sur les progrès de l'anthropologie, y en 1882, en colaboración con Hamy, Crania ethnica. Los cinco primeros volúmenes de esta obra, además del tratado de las razas humanas fósiles, se refieren en lo fundamental al estudio de los melanesios y de los negros; mientras que el sexto, debido casi exclusivamente a Hamy, a los tasmanios y papúes.
Defendió la unidad de la especie humana, es decir, el monogenismo, en oposición a otros antropólogos franceses poligenistas, como Broca o Topinard. La antropología debía tener en cuenta para Quatrefages no sólo el estudio de las razas humanas vivientes sino también las fósiles. Este interés se despertó en gran medida tras los descubrimientos de Bouches de Perthes de restos óseos y hachas de pedernal en 1863, y de otros restos de homínidos e instrumentos hallados un año más tarde en Madelaine, Francia, así como los del Cromagnon encontrados en la villa de Les Eyzies en ese mismo país. Quatrefages intentó conformar una adecuada clasificación para las ramas fósiles humanas, y creyó que al menos el hombre existía ya en el Terciario, como afirmó en el V Congreso Internacional de Antropología y Arqueología Prehistórica realizado en Bologna en 1871.
Es muy posible que el monogenismo de Quatrefages fuese en el fondo religioso, pues siempre defendió la idea de un reino hominal o reino humano aparte del reino animal, en su obra L'unité de l'espèce humaine, publicada en 1861. Este reino aparte tuvo al principio tantos seguidores como detractores, pero con el tiempo fue desechado prácticamente por la mayoría de los antropólogos. También asumió una posición antievolucionista, publicando varias obras críticas sobre Darwin: Darwin et sus précurseurs français (1870) y Les émules de Darwin (1894).
Esto no obsta para que Darwin fuera citado como autoridad científica en las obras del antropólogo francés, como cuando lo menciona, por ejemplo, en relación con las acciones de los colonos llevadas a cabo contra los indígenas en América. Y por su parte Darwin también lo citó en su Origen de las especies al tratar sobre la hibridez de las polillas. Le elogió como naturalista y sostuvo alguna correspondencia con él, si bien no tenían las mismas ideas sobre el origen de las especies.
Biografia de Salvatore Quasimodo
(Siracusa, 1901 - Nápoles, 1968) Poeta y ensayista italiano que en sus inicios se afirmó como uno de los exponentes más significativos del hermetismo, para más tarde crear un lenguaje poético muy personal con el que profundizó en la infelicidad humana a través de un clima evocador de viejos mitos.
Después de realizar estudios técnicos en Messina, con dieciocho años se trasladó a Roma para inscribirse en ingeniería, pero, atraído por la literatura, abandonó pronto la carrera universitaria. Mientras estudiaba por sí mismo las lenguas latina y griega, ejerció trabajos tan distintos como dependiente, contable o diseñador técnico.
En 1929 se trasladó a Florencia, donde su cuñado E. Vittorini lo introdujo en los círculos literarios y le presentó a E. Montale, que enseguida intuyó sus dotes. Allí empezó a colaborar en la revista Solaria y a publicar sus primeras colecciones de poesía. Más tarde se trasladó a Milán, donde inició su actividad editorial como ayudante de Cesare Zavattini, quien también le facilitó su incorporación a la redacción de la revista Tempo.
En 1939 fue nombrado, por méritos propios, profesor de literatura italiana del conservatorio Giuseppe Verdi. Entre los numerosos premios que recibió destacan el San Babila en 1950, el Etna-Taormina junto a D. Thomas en 1958 y, sobre todo, el Nobel de Literatura en 1959.
Salvatore Quasimodo en una imagen de 1964
Formado en los preceptos de los poetas clásicos, en sus primeros libros -Aguas y tierras (1930), Oboe sumergido (1932), Y llega pronto la tarde (1942)- mostró una gran predilección por las formas concisas y herméticas, poniendo especial énfasis en la búsqueda de la palabra precisa y de los valores musicales.
Temáticamente, estas composiciones se caracterizaban por una evocación nostálgica y conmovida de los paisajes de su tierra, Sicilia, entendida como lugar simbólico de una soñada serenidad. En esta época inició su intensa actividad como traductor, que resultó determinante para la formación de su estilo lírico. Además de autores clásicos como Virgilio, Homero, Catulo, Sófocles o Esquilo, tradujo también a W. Shakespeare, P. Neruda, Molière o P. Eluard.
La experiencia de la guerra y de la ocupación alemana marcó un giro decisivo en su poesía, ya que, convencido de que los poetas debían asumir un importante papel en la reconstrucción moral del hombre, se alejó paulatinamente del hermetismo y se abrió a una mayor sensibilidad humana y a la búsqueda de valores histórico-sociales. Así lo reflejaron los libros Con il piede straniero sopra il cuore (1946) y Día tras día (1947).
La última parte de su obra refleja un sentimiento intimista, consecuencia de cierta decepción ante la historia, y una clara conciencia de su propia soledad. A esta época pertenecen La vida no es sueño (1949), El falso y verdadero verde (1956), La tierra incomparable (1958), libros en los que el estilo se muestra más transparente y esencial pero lleno de sentido trágico y dramático. También Dare e avere (1966), su última obra, que significa una especie de balance de vida y testamento espiritual.
Además de su actividad poética desarrolló una importante labor de ensayista que le llevó a confeccionar las antologías Lírica de amor italiana desde su origen a nuestros días (1957) y Poesía italiana de la posguerra (1958). Sus ensayos críticos fueron publicados en el libro El poeta y el político (1960), que incluye el discurso que leyó cuando le entregaron el premio Nobel, mientras que en el volumen Escritos sobre el teatro (1961) se recogieron sus crónicas sobre el mundo del espectáculo aparecidas en la revista Tempo.
Después de realizar estudios técnicos en Messina, con dieciocho años se trasladó a Roma para inscribirse en ingeniería, pero, atraído por la literatura, abandonó pronto la carrera universitaria. Mientras estudiaba por sí mismo las lenguas latina y griega, ejerció trabajos tan distintos como dependiente, contable o diseñador técnico.
En 1929 se trasladó a Florencia, donde su cuñado E. Vittorini lo introdujo en los círculos literarios y le presentó a E. Montale, que enseguida intuyó sus dotes. Allí empezó a colaborar en la revista Solaria y a publicar sus primeras colecciones de poesía. Más tarde se trasladó a Milán, donde inició su actividad editorial como ayudante de Cesare Zavattini, quien también le facilitó su incorporación a la redacción de la revista Tempo.
En 1939 fue nombrado, por méritos propios, profesor de literatura italiana del conservatorio Giuseppe Verdi. Entre los numerosos premios que recibió destacan el San Babila en 1950, el Etna-Taormina junto a D. Thomas en 1958 y, sobre todo, el Nobel de Literatura en 1959.
Salvatore Quasimodo en una imagen de 1964
Formado en los preceptos de los poetas clásicos, en sus primeros libros -Aguas y tierras (1930), Oboe sumergido (1932), Y llega pronto la tarde (1942)- mostró una gran predilección por las formas concisas y herméticas, poniendo especial énfasis en la búsqueda de la palabra precisa y de los valores musicales.
Temáticamente, estas composiciones se caracterizaban por una evocación nostálgica y conmovida de los paisajes de su tierra, Sicilia, entendida como lugar simbólico de una soñada serenidad. En esta época inició su intensa actividad como traductor, que resultó determinante para la formación de su estilo lírico. Además de autores clásicos como Virgilio, Homero, Catulo, Sófocles o Esquilo, tradujo también a W. Shakespeare, P. Neruda, Molière o P. Eluard.
La experiencia de la guerra y de la ocupación alemana marcó un giro decisivo en su poesía, ya que, convencido de que los poetas debían asumir un importante papel en la reconstrucción moral del hombre, se alejó paulatinamente del hermetismo y se abrió a una mayor sensibilidad humana y a la búsqueda de valores histórico-sociales. Así lo reflejaron los libros Con il piede straniero sopra il cuore (1946) y Día tras día (1947).
La última parte de su obra refleja un sentimiento intimista, consecuencia de cierta decepción ante la historia, y una clara conciencia de su propia soledad. A esta época pertenecen La vida no es sueño (1949), El falso y verdadero verde (1956), La tierra incomparable (1958), libros en los que el estilo se muestra más transparente y esencial pero lleno de sentido trágico y dramático. También Dare e avere (1966), su última obra, que significa una especie de balance de vida y testamento espiritual.
Además de su actividad poética desarrolló una importante labor de ensayista que le llevó a confeccionar las antologías Lírica de amor italiana desde su origen a nuestros días (1957) y Poesía italiana de la posguerra (1958). Sus ensayos críticos fueron publicados en el libro El poeta y el político (1960), que incluye el discurso que leyó cuando le entregaron el premio Nobel, mientras que en el volumen Escritos sobre el teatro (1961) se recogieron sus crónicas sobre el mundo del espectáculo aparecidas en la revista Tempo.
Biografia de Ludovico Quaroni
(Roma, 1911) Arquitecto y urbanista italiano. El período más importante de su trabajo se inauguró con su participación en el proyecto de la estación Termini (1947). De su obra cabe destacar, también, los proyectos urbanísticos, en estilo neorrealista, para distintos barrios de Roma. Entre sus trabajos cabe mencionar el plan regulador de Túnez (en colaboración), el concurso para el centro direccional de Turín (1962) y el concurso para la ampliación de la Cámara de Diputados (1964).
Biografia de Giacomo Quarenghi
(Valle Imagna, Bérgamo, 1744-San Petesburgo, 1817) Arquitecto italiano. Su actividad más intensa se sitúa a finales del reinado de Catalina II, cuando construyó, con el estilo clásico de Palladio, el palacio de Peterhof (1781) y el palacio Alejandro de Tsarskoie-Sélo (1791-1796), además de muchos otros edificios siempre dentro del neoclasicismo imperante en la época. Dejó una recopilación de su obra en el volumen: Edificios construidos en San Petersburgo sobre proyectos del caballero Quarenghi y bajo su dirección (1810).
martes, 27 de abril de 2010
Pier Antonio Quarantotti Gambini
(Pisino d'Istria, 1910 - Venecia, 1965) Escritor italiano. Cursó sus estudios en Trieste, donde conoció al escritor inglés R. Hughes y a U. Saba, con quien mantuvo una larga correspondencia, que duró casi treinta años. Entró en contacto con el mundo cultural de Trieste, conoció a Giotti y a Stuparich, entre otros, y colaboró con varios periódicos. Se licenció en Derecho en 1937, y obtuvo el Premio Bagutta en 1947 y el Premio Puccini-Senigallia en el año 1964.
Pier Antonio Quarantotti
Vinculado a la revista florentina Solaria (1926-1934), que reivindicó el valor de Italo Svevo y difundió en Italia la obra de Marcel Proust, James Joyce, Franz Kafka o T. S. Eliot, participó de los debates literarios del Gabinetto Vieusseux (dirigido por Montale) o de las tertulias del café Giubbe Rosse de Florencia. Influido por el psicoanálisis, construyó interesantes relatos sobre las pulsiones, las pasiones encubiertas y el inconsciente humanos. Su propuesta literaria tuvo como centro la infancia y primera adolescencia, cuya dimensión dramática motivó el ciclo formado por el relato Le trincee (1942) y las novelas Amore militare (1955) y Cavalli Tripoli (1956).
Recibió el Premio Bagutta por su obra más lograda: L'onda dell'incrociatore (La estela del crucero, 1947), intensa reconstrucción del ambiente portuario de Trieste centrada en el personaje de Ario, un moderno Edipo. La evolución de las pasiones de este muchacho construye un universo que tiene como mecanismo central la memoria. El relato de esa capacidad del pasado de ser siempre una promesa incumplida, algo tan estéticamente delicado como doloroso, es uno de los mayores méritos del arte de narrar de Quarantotti.
La larga novela La calda vita (1958), cuyo título está sacado de un verso de Saba, se centra así mismo en las figuras de tres adolescentes, una chica y dos chicos, que viven durante tres días y cuatro noches en una pequeña isla desierta. Finalmente, cabe recordar los libros que reúnen varios escritos publicados en periódicos y revistas: Primavera en Trieste, Ricordi del '45 (1951), Sotto il cielo di Russia (1963) y Luce di Trieste (1964). Cuento de amor (1965) es un libro de poemas.
Pier Antonio Quarantotti
Vinculado a la revista florentina Solaria (1926-1934), que reivindicó el valor de Italo Svevo y difundió en Italia la obra de Marcel Proust, James Joyce, Franz Kafka o T. S. Eliot, participó de los debates literarios del Gabinetto Vieusseux (dirigido por Montale) o de las tertulias del café Giubbe Rosse de Florencia. Influido por el psicoanálisis, construyó interesantes relatos sobre las pulsiones, las pasiones encubiertas y el inconsciente humanos. Su propuesta literaria tuvo como centro la infancia y primera adolescencia, cuya dimensión dramática motivó el ciclo formado por el relato Le trincee (1942) y las novelas Amore militare (1955) y Cavalli Tripoli (1956).
Recibió el Premio Bagutta por su obra más lograda: L'onda dell'incrociatore (La estela del crucero, 1947), intensa reconstrucción del ambiente portuario de Trieste centrada en el personaje de Ario, un moderno Edipo. La evolución de las pasiones de este muchacho construye un universo que tiene como mecanismo central la memoria. El relato de esa capacidad del pasado de ser siempre una promesa incumplida, algo tan estéticamente delicado como doloroso, es uno de los mayores méritos del arte de narrar de Quarantotti.
La larga novela La calda vita (1958), cuyo título está sacado de un verso de Saba, se centra así mismo en las figuras de tres adolescentes, una chica y dos chicos, que viven durante tres días y cuatro noches en una pequeña isla desierta. Finalmente, cabe recordar los libros que reúnen varios escritos publicados en periódicos y revistas: Primavera en Trieste, Ricordi del '45 (1951), Sotto il cielo di Russia (1963) y Luce di Trieste (1964). Cuento de amor (1965) es un libro de poemas.
Johann Joachim Quantz
(Oberscheden, 1697 - Potsdam, 1773) Flautista y compositor alemán. Estudió flauta con Buffardin y contrapunto con Fux y con Gasparini. Fue uno de los más destacados intérpretes de flauta travesera de su tiempo. Estuvo al servicio de Federico el Grande como profesor de flauta, músico de cámara y compositor de la corte, durante más de 30 años.
Como compositor abordó la música de cámara, con obras como Sonatas Italianas para flauta travesera y bajo continuo y sei Duetti para dos flautas traveseras y clavecín, y creó unos trescientos conciertos para flauta, algunas arias y lieder espirituales. Es considerado uno de los representantes de la llamada Escuela de Berlín, junto con C. Ph. E. Bach, Benda y Graun.
Su Versuch einer Anweisung die Flöte traversiere zu spielen (Estudio de las enseñanzas para tocar la flauta travesera, 1752) es la muestra más representativa sobre la interpretación de este instrumento al final del Barroco.
Como compositor abordó la música de cámara, con obras como Sonatas Italianas para flauta travesera y bajo continuo y sei Duetti para dos flautas traveseras y clavecín, y creó unos trescientos conciertos para flauta, algunas arias y lieder espirituales. Es considerado uno de los representantes de la llamada Escuela de Berlín, junto con C. Ph. E. Bach, Benda y Graun.
Su Versuch einer Anweisung die Flöte traversiere zu spielen (Estudio de las enseñanzas para tocar la flauta travesera, 1752) es la muestra más representativa sobre la interpretación de este instrumento al final del Barroco.
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