(Hacia 800 - 862) Gobernador de la Marca Superior de al-Ándalus. Emparentado con los Arista de Pamplona y al servicio de los emires de Córdoba, llegó a reunir en sus manos un enorme poder que le hizo autodenominarse el tercer rey de España.
Perteneciente a la dinastía de los Banu Qasi, fue hijo de Musa ibn Fortún y hermano uterino de Íñigo y Fortún Íñiguez de Navarra de la casa Arista de Pamplona y casó con Assona, perteneciente a la citada casa. Hacia 817 los Banu Qasi se establecieron en Tudela, probablemente de acuerdo con el gobernador de la Frontera Superior, el futuro Abd al-Rahman II. Cuando éste ascendió al trono en Córdoba, Musa, jefe a la sazón de su familia, recibió el cargo de gobernador de Tudela y su comarca.
En 824 dirigió el ejército musulmán en lucha contra los francos en la Cerdaña y Narbona, colaborando con sus parientes, los Arista, y rechazando a los condes Eblo y Aznar, enviados por Ludovico Pío. La colaboración entre Musa y el emir continuó durante los años siguientes y se concretó en expediciones contra Álava en 824, 825 y 837. En 841 participó Musa ibn Musa muy activamente en una campaña enviada por el emir contra los cristianos del Pirineo, dirigiendo la vanguardia del ejército musulmán.
Pero poco después de la campaña del Pirineo tuvo un enfrentamiento personal con al-Mutarrif, hijo del emir de Córdoba, por no acudir personalmente a una razzia contra Pamplona; aunque envió a su hijo Fortún, Musa permaneció en la fortaleza de Arnedo, lo que irritó de tal modo a al-Mutarrif que a su regreso a Córdoba nombró walí de la Marca de Zaragoza a Harit ibn Bazi, a quien envió contra Musa. Harit venció a Musa cerca de Borja y después puso sitio a Tudela, donde Musa se había refugiado. Salvó la vida a cambio de la entrega de la plaza y huyó a Arnedo, donde fue nuevamente sitiado por Harit. Entonces Musa solicitó la ayuda de García Íñiguez de Pamplona y juntos atacaron a Harit con la caballería, derrotándole cerca de Calahorra y haciéndole prisionero.
Al año siguiente Musa concertó la amnistía con el emir y liberó a los prisioneros, que se unieron al ejército musulmán para llevar a cabo una expedición de castigo contra los navarros. El emir firmó después la paz con García Íñiguez, pero tanto éste como Musa ibn Musa rompieron lo pactado, desatando la más violenta campaña del emir cordobés sobre las tierras de Pamplona. Musa dirigió la caballería en la defensa y la batalla tuvo lugar a finales de julio de 843, venciendo Abd al-Rahmán y teniendo que huir Musa a pie, después de haber perdido su caballo. Al año siguiente Musa se sometió en Tudela al hijo del emir, Muhammad y tomó parte del lado musulmán en una nueva campaña contra Pamplona.
En noviembre de 844 Musa recibió del emir una petición de ayuda contra los piratas normandos que habían desembarcado en Lisboa y estaban saqueando las costas de Andalucía. En la misiva puso de manifiesto los lazos clientelares que unían a los Omeya con los Banu Qasi y Musa acudió a Andalucía, tomando un importante papel en la defensa de Sevilla.
No obstante, durante los años siguientes se siguieron produciendo levantamientos de Musa contra el poder central, aunque parece que su enemistad se dirigía más hacia los delegados del emir que hacia el propio Abd al-Rahmán, concretamente contra Abd Allah ibn Kulayb, amil de la marca de Tudela. En el levantamiento de julio de 850 Musa fue ayudado por su medio hermano Íñigo Arista; en el amán (capitulaciones de paz) con el emir también tomó parte el navarro.
En 851 Musa luchó contra Ordoño I de Asturias; según las crónicas musulmanas la victoria fue suya, a pesar de recibir treinta y cinco lanzazos en su loriga; las crónicas cristianas adjudican la victoria al rey asturiano. Sea como fuese, este enfrentamiento puso de manifiesto el cambio de orientación de la política de Musa, que se fue desvinculando de los Arista y acercándose al emir. Poco después Musa fue nombrado walí de Tudela y en octubre de 852 también de Zaragoza. Con el nuevo emir, Muhammad I, fue nombrado gobernador de toda la Marca Superior y edificó la fortaleza de Albelda, al sur de Logroño, para defender sus Estados.
En 854 prestó ayuda a Muhammad en una sublevación de los toledanos, donde los cristianos contaron con el apoyo de Ordoño I y el rey de Pamplona, venciendo Musa en Guadalcelete. Al año siguiente Musa dirigió la expedición de castigo que Muhammad lanzó contra las tierras de Álava. También en 859 hay registrado un ataque de Musa a Pamplona, aunque en esta ocasión fue derrotado y aquel mismo año fue vencido por Ordoño I en monte Laturce (Clavijo) y herido en la batalla; Albelda fue ocupada por el monarca astur.
En 861 Musa atacó a los condes catalanes, llegando cerca de Barcelona y apropiándose de Tarrasa. Por aquella época se hacía llamar el tercer Rey de España y dominaba sobre todo el valle del Ebro hasta Monjardín y Montejurra. En el curso de un ataque a Guadalajara fue herido de gravedad, muriendo antes de regresar a Tudela. Sus dominios fueron heredados por sus hijos, que no tuvieron su talento ni llegaron a ejercer su autoridad.
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