(Canal Dover, Ohio, 1837 - Louisville, Kentucky, 1865) Militar estadounidense. Durante la contienda entre el Norte y el Sur, comandó una guerrilla formada por tropas irregulares que se encargaban de hacer operaciones de saqueo en el territorio de la Unión. Fue famoso por los sangrientos resultados de sus acciones. En su vida clandestina anterior a la Guerra Civil americana utilizaba el seudónimo de Charlie Hart.
William Clarke Quantrill
Tras abandonar su hogar paterno en 1857, recorrió todo el estado de Kansas donde, después de un intento frustrado de establecerse como granjero, se ganó la vida como jugador profesional de cartas. Para evitar ser descubierto comenzó a utilizar su seudónimo, pero al verse perseguido por la ley se estableció en Illinois, donde ejerció un tiempo como profesor, alejado así, durante un corto período de tiempo, de la vida delictiva.
En 1860, sin embargo, abrazó de nuevo este modo de vida. Era buscado por las autoridades por su participación en robos de caballos, atracos y numerosos asesinatos. Con el fin de conseguir que sus delitos le fuesen perdonados, se alistó en el ejército regular confederado de Missouri cuando estalló la Guerra Civil estadounidense.
Meses más tarde fue encargado de reclutar, con la ayuda del famoso proscrito Jesse James, una guerrilla con personas de dudoso pasado, procedentes de Kansas y Missouri. Estas tropas irregulares tenían como misión el ataque y saqueo de las granjas y tierras de la Unión. Su táctica era el ataque por sorpresa, muchas veces tras las líneas enemigas, arrasando con todo aquello que encontraban a su paso.
El gobierno de la Unión le declaró más tarde fuera de la ley y puso un precio a su cabeza, pero el ejército de la Unión respondió otorgándole el grado de capitán del ejército regular. El 21 de agosto de 1863 llevó a cabo la acción que tristemente le proporcionó la fama. Atacó con sus hombres la ciudad de Lawrence (Kansas), donde efectuó un saqueo brutal que dejó tras de sí 150 cadáveres, muchos de ellos totalmente calcinados.
Dos meses más tarde, con sus hombres disfrazados con los uniformes de la Unión, interceptó un pequeño destacamento en las cercanías de Baxter Springs (Kansas), y fusiló a noventa de sus integrantes. Los acontecimientos de la guerra y las disensiones internas hicieron que el grupo viese reducido su número. Con sus últimos 33 hombres fieles, se internó en el territorio de Kentucky, donde continuó con sus saqueos sistemáticos.
En una de estas operaciones fue interceptado por tropas federales, con las que entabló un combate en el que recibió una herida mortal. Fue apresado, junto con el resto de sus hombres que habían sobrevivido, y conducido a la prisión de Louisville (Kentucky), lugar donde murió un mes más tarde a causa de las lesiones recibidas.
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