(Shangai, 1928) Político chino. Viceprimer ministro de la República Popular China desde 1998, fue asimismo ministro de Asuntos Exteriores entre 1988 y 1998, cargo desde el que impulsó un nuevo marco de relaciones con las principales potencias del mundo, caracterizado por la fluidez y la distensión.
Qian Qichen se afilió al Partido Comunista Chino durante los años de la guerra contra Japón mientras cursaba la educación secundaria en Shangai, y pronto comenzó a ascender peldaños en el ámbito escolar del Partido en dicha ciudad. A comienzos de los años cincuenta se integró en el aparato del Partido encargado de organizar los viajes de estudiantes chinos al extranjero; en el desempeño de esta función, se trasladó a la Unión Soviética, país donde sirvió en la Embajada china en Moscú.
Qian Qichen
En 1963 regresó a China para ponerse al frente del Departamento de Relaciones Exteriores, dependiente del Ministerio de Educación, posteriormente volvió a Moscú como canciller de la Embajada. En 1974 fue nombrado embajador chino en Guinea y en 1977 pasó al Ministerio de Asuntos Exteriores como director del Departamento de Información.
Con una larga experiencia diplomática a sus espaldas, no adquirió sin embargo un puesto de verdadera relevancia hasta 1982, año en el que fue ascendido al cargo de viceprimer ministro de Asuntos Exteriores y simultáneamente ingresó en el Comité Central del Partido. En 1987 fue el enviado especial de Pekín para entablar conversaciones con la Unión Soviética acerca de los desacuerdos fronterizos entre ambos países y a continuación fue designado representante chino ante las Naciones Unidas; en ambas ocasiones demostró su valía como negociador, hecho que motivó su nombramiento como ministro.
Al año siguiente de asumir la responsabilidad de la cartera de Exteriores (1989), Qian tuvo que hacer frente a dos dificultades añadidas: el rechazo que en la comunidad internacional produjo la dura represión sobre los manifestantes de la Plaza de Tiananmen, y el conservadurismo de un Gobierno encarnado en la figura del primer ministro Li Peng, decidido a continuar con las medidas represivas.
Sus cualidades diplomáticas también se pusieron de manifiesto en dos cruciales acontecimientos internos, como fueron el traspaso de soberanía de las colonias de Hong Kong (1997) y Macao (1999); en ambos casos, Qian presidió los Comités chinos encargados de preparar su ingreso en la República Popular.
Qian Qichen logró asimismo normalizar las relaciones con las principales potencias, pese a que ocasionalmente han atravesado algún momento de tensión. Así, en 1996 tuvo que hacer frente a la tensión con Estados Unidos a causa de las maniobras militares efectuadas por el Ejército Rojo cerca de las aguas de Taiwán, una crisis que quedó zanjada oficialmente tras las visitas oficiales de Jiang Zemin a Washington D.C. (octubre de 1997) y de Bill Clinton a China, en 1998. Además, Qian mejoró las relaciones bilaterales de China con sus vecinos: la Federación Rusa, las nuevas repúblicas centroasiáticas, Japón o Corea del Sur, entre otros países.
En definitiva, durante la década que Qian Qichen permaneció al frente de la diplomacia de Pekín, el papel internacional de la República Popular China cambió de forma sensible respecto al periodo anterior, pasando a ocupar un puesto importante en el ámbito de las Naciones Unidas y participando activamente en acuerdos políticos, económicos y militares, destacando entre otros la Convención sobre armamento nuclear y las largas negociaciones para el ingreso de China en la Organización Mundial del Comercio. En cambio, hay que señalar que Qian abandonó el cargo sin haber resuelto varios asuntos, en especial los que atañen a la firma de compromisos internacionales para el respeto a los derechos humanos y los principios democráticos en su país.
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